¡Mamá no le grites a mi hijo! ¿Seguro?
La sobreinformación puede limitar más que ayudar
Actualmente existen muchos blogs educativos, la información es tan asequible que cualquiera puede leer unos cuantos titulares y dar consejos sobre cómo tratar a los más pequeños. Pero, ¿Cuántos de estos blogs, cursos y libros están realmente contrastados y creados por profesionales de la materia? Haber visto cuatro vídeos, haber leído unos cuantos libros y haber realizado algún curso no te convierten en experto.
El intrusismo existe y hoy más que nunca. Es importante que, como consumidores de algo tan serio como es la educación de los hijos contrastemos la información, mantengamos un pensamiento crítico y seamos conscientes de qué tipo de blogs seguimos en las redes sociales.
¿Si tienes que realizar rehabilitación con alguna extremidad qué harías? Posiblemente, puedas escuchar los consejos del vecino que pasó por lo mismo pero, realizarás los ejercicios que te aconseja el médico, o ¿Dejarías de ir al médico porque ya tienes un vecino que te puede aconsejar sobre el tema?
¿No eres madre verdad? Cuando seas madre lo entenderás
A pesar de la formación y experiencia profesional que me respaldan todavía hay quienes utilizan estas expresiones para justificar no se muy bien qué. Personalmente, no es algo que me moleste directamente, pero sí me trasmiten lo contrario a lo que se pretende como inseguridad, aires de superioridad, y dificultad para aceptar otros puntos de vista.
Cuando el único argumento que te respalda es ese quizás es momento de parar y pensar porqué soltamos esas frases que muestran falta de empatía y que, además, están fuera de lugar.
La perspectiva de profesionales de la educación, y que además no tienen hijos, puede resultar interesante, inspiradora y objetiva.
Lo que los profesionales de la educación aconsejamos
Es primordial prepararnos para tratar a la infancia con una mirada respetuosa, evitando los castigos, los gritos y los cachetes. Conocemos pautas y podemos aconsejarte para que las relaciones con los hijos mejoren. También recomendamos que en el ámbito familiar se tenga una misma línea educativa, para evitar incoherencias en los niños y niñas. Sin embargo, hay ocasiones en que la realidad es otra, en la práctica no es tan fácil y hay factores que nos llevan a escalas de grises todo el tiempo. Esto no es o blanco o negro. Para saber más sobre esto, es interesante que conozcas los estilos de crianza para apreciar mejor lo que es importante de lo que no, así como los diferentes tipos de apego que ya expuso John Bowlby .
¡Cuidado con los chats de madres y padres "concienciados"!
Los chats a los que tendrás que entrar, casi por obligación, es cuando el niño o niña vaya a la escuela. Aún así, si puedes evitarlos mejor.
Estaremos de acuerdo en que ser padres primerizos no es tarea fácil, los miedos e inseguridades se multiplican por 1000. Si además, te inicias en el estudio y lectura de la educación alternativa y respetuosa creerás haber descubierto el Santo Grial (lo digo por experiencia propia) y querrás compartirlo con el resto del mundo. Tu verdad es la que vale. Eso es lo correcto y todos los que estén a tu alrededor deberán hacerlo de esa forma. Y no te digo nada si además te aconsejan otras madres y reafirmas tus convicciones de que eso es lo mejor para tu hijo o hija.
Algo muy típico de estos tipos de chats son las comparaciones. Ante esto, poco que decir pero firme: las comparaciones son odiosas, cada persona es única y nadie es mejor por lograr un hito antes. Además, es muy común que la gente recurra a la mentira para mostrar que su hijo o hija es mejor que los demás.
La línea entre compartir un mismo estilo educativo y la superpaternidad
Es cierto que, lo que se recomienda es que todos los miembros de la familia caminen a la par en la educación de los más pequeños. Sin embargo, ¿Dónde está la línea entre caminar juntos y la sobreprotección? Aprender a distinguir esto a veces no es sencillo.
Nos hacen creer que tenemos que anticiparnos a los problemas de los niños y esto, provoca un estrés familiar importante y, nos convierte en una especie de guardaespaldas de los hijos.
Pero ¿Qué ocurre si unimos todo esto al hecho de que los abuelos críen a los nietos?
Actualmente, y cada vez más los abuelos cuidan de sus nietos, la mayoría con mucho cariño y amor, pero hay ocasiones en que criar a los nietos se convierte en un deber ¿Qué ocurre cuando algo que adoramos hacer se convierte en una obligación?
Al hilo de todo esto, uno de los grandes problemas que veo es cuando, además de pretender que nuestros padres cuiden de nuestros hijos, queramos también que los eduquen a nuestra manera. Se nos olvida que no es su responsabilidad, que nos están haciendo un favor y que imponer nuestro criterio puede dañar las relaciones con nuestros padres, algo que los niños y niñas también pueden imitar en un futuro. Los más pequeños aprenden mediante el ejemplo y hay que tener muy presente que nuestros hijos también aprenden de cómo tratamos a nuestros padres.
Hay muchas familias que no pueden permitirse un profesional que les ayude en la crianza de sus hijos, y ante esto poco se puede decir, ya hay suficiente con intentar sobrevivir. Sin embargo, hay mucha otra gente que sí puede permitírselo y que aún así decide que sean los abuelos quienes se encarguen de su crianza. ¡Si ambas partes están de acuerdo estupendo! Pero ten en cuenta factores que pueden perjudicar las relaciones familiares y que muestran claramente un "por interés te quiero Andrés".
La desconfianza hacia las acciones de los abuelos es un claro ejemplo de un miedo sobreprotector. Este miedo es algo normal que poco a poco se va pasando, pero cuidado con cómo y con qué frecuencia corregimos las acciones de los abuelos. Recuerda que ellos ya te cuidaron a ti antes de que naciera tu hijo o hija. Además, la edad alguna ventaja debe tener ¿Conoces el dicho de "más sabe el diablo por viejo que por diablo"?
Al final, hay que aprender a relativizar, tomarnos ciertos asuntos con humor y darle la importancia que tiene también ayuda y contribuye a mantener relaciones sanas.
Ten presente que los peques necesitan experiencias diferentes, que también aprenden a lidiar con otros puntos de vista y que obsesionarnos con una crianza específica puede limitarnos más de lo que creemos.
Pero ¿Qué es lo que no debe hacer un abuelo?
Partiendo de la base de que la educación es tarea de los padres, un abuelo no debe contradecir los límites que pongan los padres.
Se deben llegar a consensos sin los niños delante porque esto nos restaría "autoridad". ¿Quiere decir esto que los niños nunca tienen que estar delante? obviamente no. Siendo consciente de que la palabra "autoridad" puede generar controversia aclararé que, es importante distinguir la autoridad del autoritarismo. No se trata de hacer creer que hacemos las cosas bien todo el tiempo, pero creo que hay conversaciones y asuntos que deben formar parte de la intimidad del adulto. Tener conversaciones sobre los hijos con otros adultos de referencia puede generar en los niños sentimientos de culpa y generas una situación de malestar innecesaria, sobre todo si tenéis que debatir algún asunto en el que no estáis de acuerdo.
Y como siempre decimos, cada familia, y cada niño es un mundo. La verdad absoluta en tema educativo no existe.
Es perjudicial que los abuelos intenten tomar el lugar de los padres y que actúen como "guardianes" de sus nietos.
Nunca deben practicar el chantaje emocional: "si te quedas conmigo te compro..." o "ahora que tus padres no están...".
Los abuelos también deben intentar cumplir con las rutinas de los peques (en la medida de lo posible), ya que las rutinas son necesarias y son la base para unos aprendizajes adecuados. Pero, si eres ateo y tus padres bendicen la mesa todos los días no tienen por qué cambiar ese hábito. Respeta si quieres que te respeten.
Los abuelos son contadores de historias, compañeros de juegos, proporcionan aprendizajes inolvidables y de quienes aprendemos grandes valores. Pero no olvides que se criaron en otra época, y debemos ser pacientes, tener empatía y saber lidiar para mantener una relación sólida.