Rasgos de la personalidad
Los rasgos de la personalidad son las características generales que forman los fundamentos básicos de la personalidad.
En este punto veremos cómo se debe tratar a cada persona que presente cada uno de estos rasgos:
Indeciso:
- Empatizar.
- No presionar, ni imponer.
- Trasmitir calma, confianza.
- Ofrecer escucha activa.
- Fomentar la comunicación con temas que claramente le interesan.
- No ser excesivamente concretos.
Silencioso:
- Empatizar.
- Utilizar preguntas cerradas para conocer sus necesidades y deseos.
- No interrumpirle cuando hable, aunque hay que evitar largos silencios incómodos.
Egocéntrico:
- Empatizar.
- Comunicar desde la objetividad aportando datos fehacientes.
- Ofrecer escucha activa.
- Ser asertivos.
- Mostrar interés por sus necesidades.
- Ser capaz de posponer la comunicación si no es fluida, dejando la posibilidad de retomarla en otro momento.
- Mostrar calma.
- No interrumpir.
Reflexivo:
- Empatizar.
- Comunicar de forma concisa y completa.
- Tener paciencia. No forzar a terminar.
- Dejar tiempo para la reflexión.
- No interrumpir.
Conversador:
- Comunicar de forma concisa.
- Realizar resumenes periódicos de lo más importante.
- Motivar.
- No mostrar cansancio.
- Evitar discutir sobre todo sobre asustos personales.
Discutidor:
- Empatizar.
- Ofrecer firmeza en la escucha activa.
- Ofrecer feedback (describir las conductas del otro evitando el calificativo, es decir, utilizar el modelo de comunicación descriptiva).
- Ofrecer datos fehacientes.
- Tener paciencia.
- Expresar tranquilidad.
- Dar la razón en algunos aspectos.
- Aplicar el buen humor.
- No mostrar debilidad.
- No llevar las críticas o la ironía al terreno personal.
Tímido:
- Empatizar.
- Nombrar partes positivas.
- Fomentar un ambiente tranquilo.
- Comunicar en privado.
- Potenciar la comunicación no verbal.
- Evitar la intimidación con la mirada.
- No invadir su espacio vital.
Escéptico:
- Empatizar.
- Ofrecer una comunicación objetiva.
- Ser asertivos.
- Fomentar un ambiente seguro.
- Tener paciencia.
- Tener más en cuenta aspectos positivos.
- No evitar los aspectos negativos ni remarcarlos en esceso.
- No dejarles solos.
- Evitar la discusión.
- Ser pacientes.
La empatía es uno de los aspectos a tener en cuenta con todos los rasgos de la personalidad. Aquí se ve la importancia de desarrollar esta habilidad, fundamental para un correcto desarrollo personal y social.